2015-09-16

Alardes, violencia machista y responsabilidades institucionales

Tras las elecciones municipales, hoy 16 de septiembre se va a celebrar en Durango la asamblea general extraordinaria de EUDEL (Asociación de Municipios Vascos) para constituir las nuevas Comisión Ejecutiva y las Comisiones Territoriales. Entre las candidaturas presentadas a la primera comisión se encuentra la de José Antonio Santano, alcalde de Irun, y a la segunda, la de Txomin Sagarzazu, alcalde de Hondarribia.
Estas candidaturas y posibles nombramientos resultan ser profundamente incoherentes con la práctica democrática, ya que ninguno de los dos alcaldes mencionados estima ni tan siquiera políticamente correcto hacer el recibimiento institucional a los alardes mixtos de sus municipios, en los desde hace más de 20 años participan mujeres y hombres de forma igualitaria. Por el contrario, sí reciben a los alardes tradicionales que no permiten desfilar a las mujeres si no es como cantineras.
Las instituciones vascas reconocen expresamente a través de sus normas y protocolos jurídicos, que la violencia machista está sustentada y retroalimentada por los hábitos y conductas cotidianas que infravaloran de una u otra forma a las mujeres en cualquier ámbito social, ya sea en las relaciones interpersonales o en las prácticas de la administración pública.
Sin embargo, la actuación de estos alcaldes respecto a los alardes igualitarios lanza a la sociedad un mensaje no confesado pero claro y de fácil comprensión, aquel que legitima que las mujeres pueden ser objeto de menosprecio o desprecio, alimentando así el caldo de cultivo de la violencia contra ellas.
Por tal razón, sería de una ceguera democrática grave que se estimara como una pequeñez lo que está sucediendo con los alardes igualitarios y se continuara otorgando cargos de aún mayor responsabilidad institucional a los alcaldes que dan la espalda a los derechos de las mujeres y conculcan las leyes de igualdad de las que se ha dotado la propia administración pública.  
Tomando en cuenta esta peligrosa irresponsabilidad política se hizo público desde el movimiento feminista de Euskal Herria un comunicado en el pasado mes de agosto, apoyado por 43 organizaciones y alrededor de 300 personas de la CAPV en el que se demandaba la dimisión del alcalde de Irun de sus cargos en EUDEL.
Entendemos estas demandas como un valioso y democrático ejercicio de prevención de la violencia contra las mujeres. En la misma clave deberían actuar las fuerzas políticas que presentan sus candidaturas en la próxima asamblea de EUDEL. Sería una loable demostración de coherencia por su parte, evitar recompensar con más poder público a alcaldes que en lugar de fortalecer la democracia, abonan los peligros para las mujeres.


Movimiento Feminista de Euskal Herria

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